Boletín de Prensa
"Como solución definitiva al cáncer de la erosión que se mantenía vivo en el barrio Nariño de Bucaramanga, la CDMB entregó 100% ejecutada la construcción de una pantalla anclada en el sector, para mitigar el riesgo al que estaban expuestas las viviendas, salvaguardar la vida de más de 10.000 personas de toda la zona y proteger los bienes de infraestructura. La grave inestabilidad del terreno afectaba los cimientos de las casas y amenazaba con arrasar todo a su paso."
Bucaramanga, 13 de diciembre de 2022. El riesgo era inminente. A finales de enero de este año, nuevamente los procesos de erosión y deslizamientos progresivos de tierra en el barrio Nariño de Bucaramanga quebraron la tranquilidad de más de 3.000 familias del sector. Un alto riesgo del colapso de la zona, donde se registró el hundimiento de 3,50 metros, sacudió el miedo de los habitantes a morir sepultados o perder su único patrimonio.
La inestabilidad de la zona, acelerada por la intervención antrópica y las fuertes lluvias registradas, generó el colapso de muros y averías en varios inmuebles, tras el desprendimiento de un gigantesco talud en la calle 20 entre carreras 3 y 4. Las casas quedaron ´pendiendo de un hilo` y 17 familias fueron evacuadas.
“Se nos estaba yendo todo y pensamos que nos íbamos a quedar sin nada”, expresó Ruth Ortiz, residente del barrio.
Frente a esta crítica situación, la CDMB garantizó la ejecución de la obra de mitigación que pondría fin a esta problemática; hoy es una realidad. Con un 100% de ejecución, la entidad entregó finalizada la construcción de una pantalla anclada, que cuenta con una extensión de 1.865 metros cuadrados con 183 anclajes activos y 188 anclajes pasivos.
“Estamos muy contentos de entregar esta obra que beneficia de manera directa a los habitantes del barrio Nariño y al sector Centro de la ciudad en general, porque detenemos ese avance de ese ´cáncer del suelo`. Esta gran pantalla sostiene y estabiliza los terrenos ubicados en la parte superior del talud y brinda seguridad a las familias que habitan esta zona”, manifestó Juan Carlos Reyes Nova, director general de la CDMB, durante su visita de supervisión a la obra.
Presentándose la emergencia en enero de 2022, el funcionario destacó la inmediatez de la Corporación para dar inicio a la obra a mediados de febrero, así como el cumplimiento del cronograma establecido para culminarla a finales de noviembre, en un plazo de 9 meses aproximadamente.
Intervención oportuna
Momentos dramáticos vivieron en aquel entonces los habitantes del sector por el desprendimiento de una masa de suelo en una zona de escarpa no estabilizada. Sin embargo, como “después de la tormenta viene la calma”, más de 3.000 familias ya duermen tranquilas en sus viviendas, las mismas que con mucho sacrificio levantaron sobre un suelo frágil.
“Nos hemos sentido muy felices, gracias a Dios, primero, y segundo a la CDMB por trabajar muy bonito, muy bien. De verdad que les damos muchas gracias porque esto ya nos hace sentir más tranquilos, satisfechos, sin miedo a podernos volver a vivir a nuestras casas. Pues yo nací aquí, siempre he vivido aquí, y me da mucho gusto volver”, destacó Ruth Ortiz.
Por su parte, Óscar Sánchez, ingeniero residente de la obra, explicó que: “se actuó rápidamente, se estabilizó el terreno del sector y se salvaron las viviendas, gracias a la construcción de la pantalla anclada y las obras complementarias, como la construcción de canales de aguas lluvias, cajas de inspección, cerramiento del talud y control de aguas subterráneas para evitar la saturación de terreno y mantener su estabilidad en óptimas condiciones”.
Así mismo se remodelaron algunas viviendas en riesgo, teniendo en cuenta las normas de sismo–resistencia, y se llevaron a cabo las reparaciones locativas para conducir las aguas residuales al sistema de alcantarillado, ya que una de las causas de la remoción en masa fue el mal manejo y control de estas aguas sobre el talud.
De esta manera la Corporación deja en firme la consigna para la cual fue creada hace 57 años: controlar la erosión en la escarpa de la meseta de Bucaramanga, atendiendo situaciones de vulnerabilidad en terrenos inestables del área de jurisdicción.
Llamado a la comunidad
Contratistas de la obra reiteraron el llamado a la comunidad a no construir ni avanzar en construcciones hacia el talud, “porque la carga del talud y el peso de las viviendas, sumado a las características geológicas y geotécnicas del terreno harán que en algún momento vuelva a fallar”.